Inyectarse en el núcleo
sumergirse
tragarse uno mismo.
Descender hasta nuestra amarga tiniebla
y respirar la asfixia sin esperanza.
Hundirse y encontrarse
en el plano
donde todo ser
se derrumba.
Voy al juego
descender violentamente
al fondo de la cueva
apagar la antorcha
e intentar volver a tientas.
Descifrar el lenguaje de la náusea,
romper el sueño,
dejar en la espera el poema
sabiendo
que de las sombras
nace también la flor.
Sabiendo
que el ser
desmembrado
es el único que siente
los susurros agónicos de la existencia.
En el Averno desangran las ideas,
caer al lago
como con piernas de plomo en lo profundo
tomando bocanadas de azufre
para encontrarse rodeado
de mil seres idénticos
como cuerpos con cabezas de espejo
pálidos, desnudos y nerviosos.
Nacer y morir en el poema
amargo proceso que purifica
rompe los brazos y otorga alas rojas
que no se coagulan ni se secan al viento
tiñendo sutil hasta el agónico ocaso.
"sabiendo que de las sombras nace también la flor." buen trabajo, me gusto mucho esa frase en particular.
ResponderEliminarHermoso, de verdad. Muy buen trabajo.
ResponderEliminarTe invito a leerme.