sábado, 3 de octubre de 2009

como "al gato y al ratón"



La realidad golpea todas las noches mi puerta de forma brusca
Como toro embravecido
Espera en mi puerta cuando aún no me levanto.

Yo la ignoro…
O intento ignorarla
La realidad se embriaga al compás del regocijo,
Aparatos ensordecedores,
Olor a pólvora,
Dinero fácil.

la realidad con su tufo a licor
A carrera de caballos y aroma “crack”
Invade las veredas de mi conciencia suspendida
La llama se extingue

La realidad me persigue y me tortura como una piedra en el zapato,
O mucho peor: como un hormiguero en la entrepierna

La realidad me pide limosna
Me muestra verrugas
Juguetes inservibles
Fantoches
Maquinas de hacer excremento

Esa realidad que sabe a oxido púrpura
Amargo y corroído

Esa necia realidad
Que parece, no conjugarse con la esperanza

La realidad que me acompaña como la estampita de la virgen al conductor del bus en su jornada.

La realidad me invade
Ojos
Oídos
Nariz
Y de vez en cuando la piel, cuando esta aún puede sentir.
Reciben relampagueantes susurros como hojillas filosas

Cierro mi puerta y la redundante realidad me espera afuera, como aquella perra que cuando niño le extraje cientos de gusanos y cambie su destino por uno mas crudo.

La realidad mastica en su boca el chicle del destino de miles…
Y no le importa

La misericordiosa y paciente realidad,
Me brinda instantes y un reducido espacio
Para sumergirme entre papeles y divagaciones
Entre el ser, o no ser inservible
Yo Repaso lugares, instantes, fechas notas…
Y de esta forma
Salgo tras ella a torturarla con mis preguntas.

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